Sunny Bunny Style! :3

Nombre:

Lee Soonkyu


Nick:

Sunny


Edad:

22 años


Personalidad:

Soy muy soñadora, incoherente y risueña :3 Me gusta divertirme y ser feliz. Eso si cuando debo ser seria, lo soy. Puedo ser olvidadiza en ocasiones pero soy muy responsable y segura de mi misma. No me gusta que me pasen a llevar, no haría lo mismo pues no me gusta pagar con la misma moneda. Prefiero aprender de mis errores a lamentarme luego por negar, después de todo todos cometemos errores, nadie es perfecto. Soy muy fiel a mis amigos, si se vuelven cercanos a mi podría protegerlos como si fueran mi familia. Detesto las peleas, son infantiles, nadie a dicho que yo soy muy madura tampoco (porque me río mucho o hago tonterías) pero no son de mi agrado de todas formas. Soy muy amigable, ando sonriendo por aquí y por allá, soy muy sociable y tierna también.


Nacionalidad:

Coreana


Profesión:

Bailarina/Cantante


Dios al que quieres servir:

Dios Hathor


Poder que eliges:

Ilusión


Historia hasta hoy:

Desde pequeña estuve relacionada con la música o las artes, no me gustaba mucho pues no estaba muy acostumbrada, era una clase de "tradición" por llamarlo así en mi familia. Siendo hija única, decidí seguir el camino de mi madre y involucrarme con el canto y el baile, provocando que estuvieran todos muy orgullosos de mi a excepción de mi padre. Los primeros años recibí ayuda y apoyo de mi familia, pero lentamente notaba un cambio extraño en ellos, ya no era lo mismo. Creo que sentían que yo ya podía hacerlo sola, lo valoré pues era como un reto mas para mí, pero era un tanto cruel que me dejaran así como así. Hasta que un día luego de la cena, tuve una de las frecuentes discusiones con mi padre, el creía que yo no me esforzaba lo suficiente, que yo no valoraba todo lo que me daba y solo lo desperdiciaba. Nunca le tomé atención a las palabras que me decía, siento que yo era un tanto caprichosa y solo me importaba yo misma, no me preocupaba de nada, de como se encontraran ellos, o si algo pasaba.

Salí del país por un mes, hace mucho tiempo que tenía ganas de salir fuera y olvidarme de todas las discusiones y demás cosas. Pasaron aproximadamente 1 mes y 3 semanas cuando volví a casa. Al ingresar, encontré a mi madre solitaria en casa, al preguntar donde estaba mi padre, me dijo fríamente que había sido asesinado 2 semanas después que me fui de viaje. Me sentí mal al no haber querido a mi padre, no haberme esforzado lo suficiente como el decía, provocando que no pudiera evitar sentirme una mala hija. Era una situación tan extraña e inexplicable que nunca pude olvidar, recuerdo cada día a mi padre, eso fue lo que me abrió los ojos y me trajo de vuelta a la realidad. Esto me demostró que cuando tienes algo, no lo valoras hasta que lo pierdes y le tomas el valor que tenía.

Pasó el tiempo y decidí que no debería suceder lo mismo de mi padre con mis demás seres queridos, por lo que prometí que cumpliría el sueño de mi madre, haría que se sintiera orgullosa de mi, y así pudieramos olvidar finalmente ese mal día en el que perdí a mi padre.


Habilidades:

El canto, el baile y mis aegyos :3


Preferencias:

Los dulces
Pasear
Componer canciones